Imaginemos que un día no abren los comercios de toda una provincia como Sevilla. Imaginemos que en los 106 municipios de la provincia no abre ese día ni una ferretería, ni una panadería ni una frutería… ¿Se hacen una idea de la importancia que el comercio de proximidad tiene para cualquier sociedad? Pues esa importancia hay que reforzarla cada día, con acciones que no solo acerquen a los comercios a los clientes, sino también a las propias tiendas entre ellas.

Por eso ha nacido la primera plataforma para la interconexión digital del comercio sevillano, una iniciativa de la Federación Comercio Vivo Sevilla con el patrocinio de la  Dirección General de Comercio de la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, bajo la denominación de ‘Circular, rural y tecnológica’.

Que se trata de uno de los pilares fundamentales del tejido productivo en el día a día de las compras en la provincia habla un dato: cuenta con casi 230.000 personas afiliadas a la Seguridad Social en Andalucía, y más de 32.000 en la provincia de Sevilla.

En ese contexto de indiscutible importancia no hay que obviar en modo alguno que el comercio tradicional no puede estar de espaldas a los avances de la sociedad, sobre todo los tecnológicos, y este proyecto ha nacido con la idea clara de reducir la brecha digital respecto a otros sectores y territorios, mejorar la competitividad frente a grandes plataformas de e-comerce, unificar criterios y acciones beneficiosas para todo el sector o acercar su oferta a las personas consumidoras de una forma más directa.

Eso sí, si nos ponemos a realizar un proceso de digitalización en el comercio de la provincia no se puede caer en el error de hacerlo sin criterio, aplicando cualquier programa o iniciativa. Por eso es fundamental asegurar un proceso rentable y útil en esta carrera, y, por supuesto, garantizar que la digitalización que se emprenda revierta en beneficios para quien está al frente de un comercio.

En negro sobre blanco, los responsables de realizar este proyecto se fueron a la raíz del asunto, trabajando en la identificación de las personas productoras de alimentos de la provincia. Para ello contaron con fuentes como la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural (SIPEA y GRIA), Diputación de Sevilla (con la marca de calidad Sabores de la Provincia de Sevilla) y el registro de Cooperativas Agrarias Andaluzas.

Uniendo ambos conceptos se han conseguido identificar más de 1.200 registros, que ha sido la base de un mapa actualizado del sector agroalimentario sevillano. El siguiente paso fue concretar reuniones con las distintas Oficinas Comarcales Agrarias y los Grupos de Desarrollo Rural de todas las zonas agrarias de Sevilla, y con toda la información previa se comenzó a diseñar un calendario de trabajo sobre el terreno, que fue bastante prolífico, ya que en un mes como febrero, más corto de lo habitual, se llegaron a realizar 40 citas, entre visitas y reuniones.

Las impresiones de lo conseguido hablan de que era muy necesario crear este canal de comercialización digital, tanto por sus ventajas comerciales (venta directa, productos de cercanía y de temporada) como por lo que significa en cuestiones de afianzar la población y generar economía circular. Se trata de una forma efectiva de luchar contra la despoblación en pequeños municipios, donde una sola tienda cercana a la vecindad puede ser la diferencia entre ganar o perder población en sus calles.

Pero, además, había que estudiar a fondo a un sector que, en los últimos años, sufre de una incertidumbre como consecuencia de problemas que se han convertido en endémicos, como la crisis económica, el alto nivel de desempleo y la caída del consumo.

La liberalización del periodo de descuentos, la expansión de las compras online, o la crisis que se instaló en muchas familias hace años, son algunos de los factores que influyen negativamente en el comercio, de modo que ha llegado el momento, sin retrasos, de afrontar el reto tecnológico, y esta plataforma es todo un ejemplo de ello.

Y es muy sencillo: pensemos en la interrelación entre la producción y el  comercio. Si miramos hacia la agrícola o artesanal, por poner dos ejemplos, se ha podido poner en contacto directo a las personas o trabajadoras autónomas que realizan la labor en origen con los establecimientos que pueden trasladarla con  buen criterio y condiciones a quien compre el producto final.

De esta forma, con este proyecto se pueden agilizar los canales de comunicación, indispensables desde todo punto, mediante la digitalización de los establecimientos y de la producción en origen. No se trata solo de enlazar a profesionales entre ellos, sino también de lograr el ahorro que supone reducir costes, intensificar la sostenibilidad de los productos y los procesos y llegar al consumidor o la consumidora final con un mejor resultado.

El resultado es indiscutible. Se ayuda al trabajo del reto demográfico y a la supervivencia del mundo rural de la provincia de Sevilla, lo que se nota especialmente en espacios naturales de la provincia, como el Parque Natural Sierra Norte, repleto de núcleos rurales, muchos de ellos con riesgo de despoblación, donde productores y comerciantes juegan  un papel fundamental en la supervivencia de los pueblos.

En cada rincón de esos municipios, como en toda la provincia, hay  autónomos y autónomas que levantan la persiana cada mañana para proveer al comercio local de los productos necesarios a través de canales cortos de distribución, y ahora lo tienen mucho más fácil gracias a esta plataforma.

Ahora se han fortalecido las relaciones entre el comercio de cercanía y sus proveedores  y proveedoras principales de forma digital, se han promovido  acuerdos entre las organizaciones de comercio y las de productores y productoras, y también entre distribuidores, artesanos y comerciantes.

Para que todo esté completo, se han realizado medidas tecnológicas que reducen la distancia entre la producción y el consumo, y hasta procesos cooperación horizontal y vertical con todos los integrantes en la cadena de valor del comercio, incluyendo productores y productoras y quien compra el producto finalmente.

Como siempre, el mayor beneficio es para quien se lleva el producto a casa tras un intenso trabajo que, sobre el terreno, ha demostrado que hay mucho por hacer, pero se están dando pasos seguros para mejorar cada día en un sector indispensable de la sociedad actual en global, y de los pequeños municipios en concreto.

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