La Asociación de Cuidadoras de Atención Social ADECUADAS está realizando un proyecto de sensibilización sobre los cuidados en el mundo rural gaditano. Para ello, cuenta con la colaboración de la Diputación de Cádiz, con el objetivo de concienciar sobre el reconocimiento de la profesionalidad de las cuidadoras y su autoempleo.
La presidenta de ADECUADAS, María Gutiérrez Lozano, explica las claves de esta iniciativa y profundiza en la problemática del sector.
¿Cuáles son los objetivos básicos del proyecto que están desarrollando en la provincia de Cádiz?
La finalidad principal es poder llegar a los pequeños pueblos de la provincia, insertos sobre todo en las áreas rurales del interior, que suelen ser, además, los más desfavorecidos. Allí, las personas que se dedican a los cuidados presentan unos índices formativos más bajos que en otros territorios, por lo que es prioritario atender sus necesidades, informarles de sus derechos, de la forma adecuada de ejercer su profesión, de mejorar sus condiciones laborales, de crear riqueza y empleo en sus municipios y convertirse en un referente.
El nombre, ‘Inclusión y empoderamiento de la cuidadora de atención social’, ya es descriptivo de la intención que pretenden. ¿Cómo está funcionando en la práctica?
Las personas que asisten a los seminarios se van contentas y satisfechas de saber que el trabajo del cuidado es una profesión digna. Al principio, solo esperaban a que una empresa pudiera contratarlas para cuidar a personas mayores o con movilidad reducida o seguir en la economía sumergida en la que se encuentran muchas de ellas. Pero tras los debates que estamos manteniendo se dan cuenta de que pueden convertirse en emprendedoras, profundizar en el autoempleo y superar muchas dificultades que se encuentran en el camino.
El problema es que no se le da la difusión y la importancia que el colectivo necesita por parte de las administraciones implicadas. Por ello, es muy importante que les llegue la información a las profesionales y que vean que existen caminos para dignificar y mejorar su trabajo, ayudando a los demás y a la sociedad en general.
¿Cuáles son los contenidos y acciones de este proyecto?
Buscamos empoderar a la cuidadora, tanto profesional como familiar, que muchas de las mujeres que se dedican al cuidado lo hacen porque no tienen otra salida, están condenadas a esa ocupación, quieran o no. Intentamos que lo vean como una oportunidad de trabajo, como una solución a sus problemas, una independencia económica y una dignificación laboral y personal.
El lema que yo les digo es “haz de tu obligación una profesión”, y así contribuiremos a sacar de la economía sumergida a muchas mujeres cuidadoras.
La atención sociosanitaria presenta rasgos definitorios hacia una clara feminización. ¿Cuáles son los valores que aporta la mujer a este desempeño laboral?
En efecto, es una profesión muy feminizada, ya que la práctica totalidad de las cuidadoras son mujeres. Ya sea por obligación familiar o porque no tienen otra ocupación, son miles de mujeres las que se dedican a estas tareas, por lo que aportan ese especial modo de ser femenino, con valores como la sensibilidad, la atención, la amabilidad, la delicadeza y también la confianza, la seguridad y la energía para afrontar situaciones difíciles que se dan en la tarea diaria.
¿Está suficientemente valorada la profesión? ¿Cuáles son los obstáculos principales que se encuentran las personas que se dedican a ella?
No está suficientemente valorada, ni tampoco reconocida. A veces se trata a las auxiliares como limpiadoras y se intenta devaluar su trabajo, obligándolas a realizar meras tareas domésticas. La realidad es muy distinta, ya que sus competencias van mucho más allá, llegando a ser pilares fundamentales para la vida, la supervivencia y la comodidad de las personas a las que cuidan.
Se enfrentan diariamente a trabas continuas; no está definido su trabajo en su integridad, no están atendidas en sus demandas por parte de empresas e instituciones. Se les deja indefensas antes los usuarios, sin atender sus reivindicaciones, y se tienen más en cuenta las peticiones de quien las obliga a limpiar su casa o quienes no las tratan con respeto.
¿En qué medida se puede valorar la colaboración de la Diputación Provincial de Cádiz en la iniciativa?
La Diputación de Cádiz está preocupándose por esta situación, como demuestra que podamos abordar estos seminarios y llegar a muchas mujeres del mundo rural gaditano. Su respuesta institucional está siendo muy positiva, por lo que esperamos poder continuar con el proyecto en años sucesivos. Pero pensamos que hay que ir más allá. Por ejemplo, las cuidadoras que están participando nos trasladan las dificultades para seguir los talleres online, ya que la mayoría de ellas no tienen acceso a internet. Por ello, solicitaremos la ampliación de este proyecto para atenderlas personalmente, realizando jornadas presenciales e incluyendo otras temáticas de interés en los programas de futuras ediciones.
ADECUADAS cuenta con una amplia trayectoria en el sector. ¿Cuál ha sido el proceso seguido hasta llegar aquí, los objetivos que pretenden cumplir?
Somos una asociación sin ánimo de lucro, que se constituye a finales del año 2018 con la intención de hacer ver a la sociedad lo importantes, necesarias e imprescindibles que son las personas cuidadoras. Se trata de personas invisibles, en el caso de ser familiares, y poco valoradas las que son por cuenta ajena o trabajadoras autónomas. Por ello, luchamos para que se les brinde apoyo y reconocimiento social.
Nuestra Asociación pretende ser un referente cercano a la figura de la Cuidadora tanto familiar como profesional. Todas compartimos la idea de hacer fuerte la figura de la Cuidadora Familiar y poner a su alcance, formación y apoyo, en su tarea de “cuidar”. Cuidar a un ser querido que sufre de algún trastorno incapacitante para su autonomía personal, cambia para siempre la vida de sus familiares y cuidadores. Llevar a cabo la tarea de cuidar en solitario, la mayor parte de las veces, supone un desgaste físico y psíquico y a la larga pueden aparecer dificultades y devastadores efectos secundarios en aquellas que, especialmente, proveen cuidado a largo plazo, con problemas financieros, de salud, incertidumbres legales y sufrimiento emocional, entre otros.
La Asociación tiene como fin primordial “la defensa de los intereses de las mujeres cuidadoras, tanto profesionales como familiares” y “conseguir el reconocimiento de la profesionalidad de las cuidadoras tanto familiar como profesional”