La OCDE señala a España como la economía avanzada que más crecerá este año. El organismo mejora tres décimas las previsiones de PIB para nuestro país hasta el 2,6% para este año, en tanto que recorta el de la eurozona hasta el 1%.

Mientras Alemania, Italia y Francia verán sus expectativas corregidas a la baja, España será el único de los grandes socios de la eurozona que se desmarcará de esa tendencia y cuyo incremento del PIB duplicará a los de estos tres países tanto en 2025 como en 2026. Señala que, uno de los motivos por lo que se dan estos datos es porque, en términos de comparaciones históricas, la tasa de paro en España, si se compara con el periodo 2018-2019, es particularmente baja, igual que en otros países del sur de Europa como Italia.

España también será el país que menos sufrirá la guerra arancelaria. De los grandes miembros, solo Turquía acompaña a España en este alza, mientras la tendencia es claramente la inversa por el efecto de la guerra comercial desencadenada por Donald Trump.

Para 2026, la corrección en positivo es mínima (de una décima respecto a hace tres meses), pero en cualquier caso España superará en un punto porcentual la cifra de la zona euro en su conjunto y también estará por encima de la del resto de grandes países desarrollados a excepción de Turquía.

Las proyecciones de la OCDE para este año y el próximo son casi coincidentes con las que anunció en febrero el Gobierno (2,6% y 2,2%, respectivamente) y reflejan una mejora de las expectativas en los últimos meses en los que el contexto global claramente se ha deteriorado.

La inflación no va a reducirse tanto como se esperaba en diciembre, ya que ahora se prevé que sea del 2,5% en 2025 (cuatro décimas más de lo anticipado entonces) y del 2,1% en 2026 (una décima más), pero en cualquier caso será inferior al 2,9% de 2024 y se acerca al objetivo de en torno al 2% del Banco Central Europeo (BCE).

Por otro lado, a finales de 2024 España era uno de los países del G20 en los que los salarios reales (descontando el efecto de la inflación) estaban por encima del nivel previo a la pandemia de coronavirus, cinco años antes. Es decir, que el poder adquisitivo de los asalariados había mejorado en ese tiempo (en torno al 3%), un poco menos que en Brasil o en Estados Unidos, pero más que en Reino Unido, Canadá o Australia, mientras que en Japón, Francia o Italia todavía no se habían recuperado.

Sobre la hipótesis de las medidas que Trump ya ha oficializado, México se llevará la peor parte, con una entrada en recesión desde 2025 y una contracción de su PIB del 1,3%, lo que significa 2,5 puntos porcentuales menos de lo que la propia OCDE había anticipado en diciembre. El año próximo, será de nuevo el único país del G20 en el que descenderá la actividad, un 0,6%, es decir, 2,2 puntos menos de lo que se calculó hace apenas tres meses.

Canadá también saldrá muy mal parado, con un aumento de la actividad del 0,7 % tanto en 2025 como en 2026, que resulta de una corrección de las perspectivas de 1,3 puntos en cada ejercicio. Aunque, según la OCDE, Estados Unidos no se librará del choque y su PIB experimentará una notable ralentización respecto al crecimiento del 2,8% en 2024, con un 2,2% este año (dos décimas menos de lo estimado en diciembre) y un 1,6% en 2026 (cinco décimas menos).

La OCDE insiste en que en esas tres economías ganarían si se diera marcha atrás a la escalada arancelaria y se volviera a las reglas del T-MEC, sobre todo México. Aunque reconoce que para Estados Unidos la mejora sería ligera, en concreto una décima de crecimiento más en 2026, hasta el 1,7%.

En cuanto a las grandes economías emergentes, su crecimiento en general se va a ralentizar tanto este año como el próximo y ese movimiento lo simboliza la mayor de todas ellas, China, que pasará del 5% en 2024 al 4,8% en 2025 (una décima más de lo que anticipaba la OCDE en diciembre) y al 4,4% en 2026 (igual que hace tres meses).

La OCDE advierte de que si la guerra comercial se intensifica, el comercio global se contraerá en un 2% y la inflación podría aumentar en 0,4 puntos porcentuales anuales en los próximos tres años. En cambio, si los aranceles se moderaran, el crecimiento global sería ligeramente superior y la inflación más contenida. El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, ha comentado que hay que “impulsar un mayor crecimiento y reducir la inflación”, además de insistir en que “una resolución pacífica de la agresión de Rusia contra Ucrania podría mejorar la confianza del consumidor y la inversión empresarial”.

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